-Menem, la serie del presidente argentino
-ARGENTINA 1954, una película extraordinaria
-Una herramienta para no cometer los mismos errores
Acabo de ver los seis capítulos de serie MENEM (Amazon Prime), basada en el ascenso de Carlos Menem a la Presidencia de Argentina y algunas de las acciones relevantes durante su mandato. Por supuesto, como se insiste al principio y al final de cada capítulo, la historia no es tal y como se cuenta, tiene la mano de los guionistas que recrean con la pluma de la ficción la intimidad del personaje para hilar sus actos públicos, que lo caracterizaron también como uno más de los controvertidos presidentes de ese país.
La dirección está a cargo de Ariel Winograd, quien, por cierto, entre la decena de películas que ha dirigido y a veces producido, tiene dos mexicanas (Tod@s cáen, 2019, y Cómo es él, 2022). Leonardo Sbaraglia caracteriza muy bien al presidente Menem, tanto que quienes conocieron al mandatario han asegurado que el parecido en cuanto a la forma de ser de Menen es insuperable y eso con toda seguridad se debe a la experiencia de Sbaraglia, quien ha sido distinguido por varias de sus interpretaciones en cine con los premios de mayor importancia en Argentina, además del Goya español.
Es inevitable traer a la memoria la película Argentina 1985 (Santiago Mitre, 2022), sobre los juicios a los militares dictadores, encabezados por Rafael Videla, que desde 1976 a 1981, tras el golpe de Estado a Isabel Perón, gobernó el país a fuerza de una brutal represión que dejó miles de muertos y actos que marcarán la historia de los argentinos, y del mundo, como algo que no debe de repetirse nunca más. Es inevitable acordarse de Argentina 1985, porque vemos cómo el fiscal Julio Strassera, interpretado en la película de manera extraordinaria por Ricardo Darín, logró que Videla fuera condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, acción que se liga de manera muy estrecha con la historia del presidente Menen, porque luego de aquel memorable juicio que enfrentara de manera valiente y definitiva al poder militar, Videla y sus compañeros implicados fueron indultados por el nuevo mandatario.
Ambas películas, aunque muy diferentes en la forma de contar esta parte de la historia de Argentina, son importantes, sin duda, porque contribuyen a registrar y mantener en la memoria hechos que no deben de repetirse en ningún lugar del mundo. Además, la cercanía del tiempo de los sucesos con la actualidad hacen más consistente a la realidad.
El cine, pues, más allá de entretener, también es gran instrumento para no olvidar. Menen, la película, por lo tanto, me recordó que hay que seguir haciendo cine con libertad.