
–El neorrealismo italiano
-Roma y la posguerra
-Vitorio De Sica, un gran director
Una de mis películas favoritas es LADRONES DE BICICLETAS (Ladri di biciclette), filmada en 1948, en Roma. Debí haber tenido unos 15 años cuando la vi por primera vez y, por supuesto, me impactó. La he visto muchas veces más y, sin importar que ya me sé la trama, me vuelve a conmover como la primera vez. La historia es sencilla: Un hombre que por fin consigue un trabajo para mantener a su esposa y a su hijo. El trabajo consiste en fijar carteles de cine en las paredes de Roma y para ello, Antonio, interpretado por Lamberto Maggiorani, utiliza su bicicleta, que tuvo que desempeñar para ese propósito con el dinero que obtuvo por el empeño de las sábanas de su cama matrimonial.
En su recorrido por las calles de la Ciudad Eterna pegando los carteles que anuncian las películas que en ese momento se exhiben en los cines, Antonio es acompañado por su hijo Bruno, interpretado por el niño Enzo Staiola. Por cierto, uno de los carteles que pega en una de las paredes romanas tiene la imagen exhuberante de la actriz norteamericana Rita Haywort, imagen que por supuesto contrasta con la pobreza de Antonio y Bruno.
Cuando para Antonio ya iba todo sobre ruedas, con un trabajo incipiente pero al fin trabajo, en su flamante bicicleta, recien desempeñada, y con su entusiasta hijo como ayudante, la suerte termina de sonreirle cuando le roban la bicicleta… y ahí recomienza el drama.
La película fue dirigida por Vittorio De Sica y está considerada como una de los filmes emblemáticos del neorrealismo italiano. Se estrenó en enero de 1950 y ese mismo año obtuvo un Oscar honorífico, además del Premio BAFTA a la mejor película, el Globo de Oro y varios más.
Los intérpretes de Antonio, el papá, como Bruno, el hijo, no eran actores. De Sica los encontró en las calles de Roma al tiempo que hacía el scouting y los invitó a trabajar en la película bajo su dirección, que por supuesto fue extraordinaria.
Otra de las características sobresalientes de Ladri di biciclette es la Roma que vemos, que sin duda también es reflejo de la posguerra, como la situación de sus personajes, incluyendo, por supuesto al que se roba la bicicleta.
Hace unos días (el miércoles 4 de junio), falleció Enzo Staiola, a sus 85 años. Cuando interpretó al niño Bruno tenía nueve. Después de trabajar bajo la dirección de De Sica actuó en otras películas haciendo papeles secundarios, aunque como Bruno, en Ladri di biciclette, fue grandioso, inolvidable e inmortal.